miércoles, 10 de diciembre de 2014

Sin voluntad, sin animo, sin emoción, como menhir, uno al lado del otro
aunque trabaje dia a dia, nada, cambiará las cosas por el respeto
hasta cuando colgaras el telefono, ó se dará paso a un comentario sarcastico,
si el amor es bueno, en la compasión para dos haciendose uno.

creo que mi tristeza, no me dejará soñar

.- hasta dónde te vas a extraviar...
                              


                                                                                 regresa...

lunes, 8 de diciembre de 2014

Me rehuso a verte caminar mirando siempre al suelo, y no a las nubes o las estrellas

me rehuso a tu mala educación jamás vista,  hasta éste momento
                 me rehuso a tu vulgaridad y tu gusto en el subsuelo
                       me rehuso a tu afán de imitación

             me rehuso a tu sin-personalidad 

     me rehuso a tu poca vocación para decir y hacer, de boca, conducta, mente, de los pies a la cabeza...
me rehuso a tu  desprendido olor que apesta a corral de gallinas

 me rehuso a tu ropa tan arrugada, curtida y malamente seca...


me rehuso a tu impertinencia sobre la sexualidad y el erotismo...

me rehuso a todo lo que te haces y te has convertido 
anhelo desde mis entrañas, al caballero honorable...


La voluntad  ausente,  es un vano,  de lo que nada se ocupa...

No me ves
                  No me escuchas
                                                 No estoy...

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Lo que me cala en la tristeza, se llama indiferencia
nunca seré en ti, aunque seas en mi, de la mano y en compañia
el tiempo sucedio y sucede donde lo imagine y convivi, 
pasan los días en los que busco, sueño, construyo y camino sola
sin palabras que vengan de ti en las que me complementes
entonces me pregunto.-que fué del tiempo y la confianza? las cartas escritas. las promesas?
nunca quise desaparecer, o hacerme invisible por la lealtad, donde quedaron nuestras manos tomadas? la lluvia acompañada?.- y los días nublados?

lunes, 28 de abril de 2014

...una vez mas volví a verla, y su boca me cercó de susto, era como haberse comido varias manos y al sonreír podía ver cada uno de sus dedos, por un momento me dio la espalda y sus cabellos llegaban a la cintura, eran muy pocos castaños, y así su trasero del tamaño de un asiento casi publico, cubierto de una tela roja estampada a flores y bacterias, si pudiera pedir un deseo y se me concediera, pediría, mejor no verla...       
Abre los ojos de la cara, de la mente, el corazón y la boca, no sea que en la noche vuelvan a comerte los zancudos, donde las ollas tiznadas abran sus bocas, la cocina cubierta de grasa se llene de burla  y reine el olor a basura, abre los ojos y despierta para que la indolencia, resulte una pesadilla…