viernes, 13 de septiembre de 2013

Había comenzado una vida entre los colmos, criticaba las fundas de papel en los pitillos, podía decir cosas y cosas, sobre la conservación, la política y lo que debemos cuidar, pero en ella, decir y hacer no se comunican. Entre sus colmos hablaban dientes filosos,  casi como varias manos saliendo de su boca,  dientes apresurados queriendo ocupar el primer lugar ante los otros, filosos muy filosos, quise fijar mis oídos en lo que decía, intentando buscar la razón en lo que argumentaba, pero varias veces no me convencía, mis ojos ganaban la atención ante su boca,  y no puedo esquivarla en los tropiezos o las veces que la coincidía  sus ojos casi no se abren y ella sin el menor cuidado corre a  maquillarlos, torpemente, asaltando otra atención desde su cara...