Me rehuso a verte caminar mirando siempre al suelo, y no a las nubes o las estrellas
me rehuso a tu mala educación jamás vista, hasta éste momento
me rehuso a tu vulgaridad y tu gusto en el subsuelo
me rehuso a tu afán de imitación
me rehuso a tu sin-personalidad
me rehuso a tu poca vocación para decir y hacer, de boca, conducta, mente, de los pies a la cabeza...
me rehuso a tu desprendido olor que apesta a corral de gallinas
me rehuso a tu ropa tan arrugada, curtida y malamente seca...
me rehuso a tu impertinencia sobre la sexualidad y el erotismo...
me rehuso a todo lo que te haces y te has convertido
anhelo desde mis entrañas, al caballero honorable...
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