lunes, 3 de octubre de 2011






La anarquía se había sentado en sus sillas,


durmió en sus camas,

fué a su lavabo,
se secó con sus toallas,



tomó café en su cocina, estropeó las telas,


tiznó cacerolas...






recorrió rincones, de la que él decía, su casa…

… con mueca burlona, me distinguió...




... el tiempo pasaba


sin luz…


todo era, lo que no,

y ahora si...








4 comentarios:

Maybe dijo...

Así es la anarquía, deja rastro a su paso...
Un abrazo.

TORO SALVAJE dijo...

Me gusta el poema.
Me gusta mucho.

Y no.
No te he olvidado.
Claro que no.

Besos desde Poble Nou.

Ricardo Miñana dijo...

Hola guapa, tienes un bonito espacio,
que tengas un feliz fin de semana.
un abrazo.

Dani.. dijo...

Sólo pasaba a saludarte y desearte unas felices fiestas querida Amiga..
Hoy deseo para ti que la dicha no suelte nunca tus manos..

Te envío mi abrazo
de corazón a corazón..
Dani..