viernes, 30 de enero de 2009

La Sangre Dulce.


Recordando esas palabras que solemos decir, que en la vida tenemos la posibilidad de elegir, a veces cada cosa que satisfacemos, puede inferir en la sonrisa de alguien, puede quitarle ese lindo aspaviento por un buen tiempo, una vez quité uno y lo pensaba cada instante, sentí arrepentimiento, cuando venía a mi memoria, mis ojos se nublaban de lagrimas, como me dijo, un día mi amigo, Alejandro, El amor, no sigue la Razón...
Y me pasó!...
Quiero decirte, no sabia cuanto dolor causaba, pero dejame explicarte, prometo que iré con más cuidado.

La sangre se endulza, y siendo dulce hizo menoscabo.
La sangre dulce, camina por lugares verdes y lesiona.
La sangre dulce, invito a la ilusión.
La ilusión tomó sus manos.
La sangre dulce, sin remordimientos.
La sangre dulce, liquida a otra mujer.
La sangre dulce, con la ilusión duerme.
La sangre dulce, dio a luz un Ángel y es hembra como Yo.
La sangre dulce, impensada y perversa.
La sangre dulce, ajena y desconocida.
La sangre dulce, envió una estampa santa, de mi tierra, siendo sagrada.
Es una ironía penetrante, de todas las que me permitió ver.

2 comentarios:

Maybe dijo...

Hay Sangre Dulce...no siempre nuestras elecciones y satisfacciones propias son las de otros; así como tampoco causamos siempre una sonrisa en alguien, pero como bien dices, a veces hay que ir con más cuidado.
Un abrazo mi querida amiga.

Verbo... dijo...

Por ello
considero importante
dejar las puertas abiertas
sanar lo antes posible
para evitar menoscabos.

Un beso.