Recordando esas palabras que solemos decir, que en la vida tenemos la posibilidad de elegir, a veces cada cosa que satisfacemos, puede inferir en la sonrisa de alguien, puede quitarle ese lindo aspaviento por un buen tiempo, una vez quité uno y lo pensaba cada instante, sentí arrepentimiento, cuando venía a mi memoria, mis ojos se nublaban de lagrimas, como me dijo, un día mi amigo, Alejandro, El amor, no sigue la Razón...
Y me pasó!...
Quiero decirte, no sabia cuanto dolor causaba, pero dejame explicarte, prometo que iré con más cuidado.
La sangre se endulza, y siendo dulce hizo menoscabo.
La sangre dulce, camina por lugares verdes y lesiona.
La sangre dulce, invito a la ilusión.
La ilusión tomó sus manos.
La sangre dulce, sin remordimientos.
La sangre dulce, liquida a otra mujer.
La sangre dulce, con la ilusión duerme.
La sangre dulce, dio a luz un Ángel y es hembra como Yo.
La sangre dulce, impensada y perversa.
La sangre dulce, ajena y desconocida.
La sangre dulce, envió una estampa santa, de mi tierra, siendo sagrada.
Es una ironía penetrante, de todas las que me permitió ver.